Joe Girard es reconocido como el vendedor más grande del mundo y no es para menos pues logró vender más de 13,000 automóviles en sus 14 años de carrera como asesor profesional de ventas.
Mientras algunos de sus compañeros vendían 4 a 6 automóviles al mes, el podía estar cerrando 3 a 5 ventas diarias.
Entender cuál era el secreto de Joe no es fácil pues no había una sola estrategia única y puntual que definiera su éxito. Y de hecho las ventas son así. No puedes ver el proceso de venta como una simple fórmula de A + B = C
Por el contrario, para quienes tenemos experiencia en el apasionante arte de vender, sabemos que cerrar un buen negocio es un proceso muy complejo que requiere una gran habilidad en cuanto al manejo del cliente, del producto, del lenguaje y por supuesto de las percepciones.
Una percepción incorrecta podría derribar por completo una negociación. De ahí que la venta no se puede resumir en una fórmula única sino que se debe entender como la capacidad de manejar distintos factores de manera magistral.
Hay libros completos escritos acerca de Joe Girard que buscan comprender cómo lograba tener tan extraordinarios resultados. A la fecha, hay muchos principios elementales de la venta y del manejo de la mente humana que están escondidos en su actuar que son verdaderamente fascinantes.
Uno de ellos es la ley de los 250 de Joe Girard que acá te comparto.
La Ley de los 250 de Joe Girard
Joe narraba que durante su asistencia a un par de funerales había observado la gran cantidad de personas que acudían a despedir a una persona en su último día. Su observación le llevó a desarrollar una simple pero poderosa estrategia.Concluyo que cada persona en el mundo conoce a por lo menos 250 personas con quienes tiene algún tipo de nivel de relación.
Con lo cual dedujo que si puedes atender y servir bien a una sola persona y logras estructurar una buena estrategia para mantenerte vigente en su mente, esta persona podrá ser una fuente inagotable de negocios refiriéndote a muchos de sus conocidos.
Joe Girard logro entender esto a la perfección y por ello se aseguraba de tener una muy organizada base de datos de contactos a quienes acostumbraba llamar con cierta regularidad con el único objetivo de saludarles y saber cómo iban con el automóvil que habían adquirido.
Estaba siempre dispuesto a ayudarles con cualquier problema que tuvieran con su vehículo hasta lograr que estuvieran contentos y satisfechos con sus servicio.
El decía amar a sus clientes y haría todo por lograr que estuvieran felices con su compra y que por supuesto le refirieran a alguien que deseara comprar un vehículo.
Los clientes de Joe recibían una tarjeta de saludo en su cumpleaños y también en año nuevo. Tarjeta escritas a mano personalmente con un mensaje como "¡me caes bien!".
Esto podría parecer un tanto anticuado especialmente en la era de las redes sociales. Pero considero que el principio es totalmente válido hoy en día.
Si bien la forma y los canales pueden haber cambiado la esencia del trato con las personas no deja de ser una estrategia poderosa y de gran valor.
El problema de muchos asesores de ventas de hecho es que se olvidan demasiado rápido de sus clientes.
Pareciera que hoy en día los clientes solo interesan mientras invierten o mientras tienen intención de compra pero no después.
Y esa es posiblemente la principal diferencia entre los vendedores que yo llamo "ordinarios" y los vendedores "extra-ordinarios".
El cliente sigue siendo el rey y esto está más vigente que nunca. Si quieres lograr resultados extraordinarios necesitas valorar a tus clientes y brindarles una experiencia de compra inolvidable.
Ya sea que te dediques a las ventas como asesor profesional o que seas un emprendedor con muchas ganas de crecer, estoy seguro que este principio hará la diferencia en tu bolsillo a largo plazo.
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