La mayoría de personas que laboran en una empresa han recibido en algún momento capacitación profesional y técnica en lo que se conoce como "habilidades duras".
Aquellas que tienen que ver específicamente con sus talentos natos y el buen desempeño de su función en la compañía.
Sin embargo, también hay otra línea de habilidades sumamente importantes en la empresa a las que usualmente se les da menor prioridad y que se relacionan con el desarrollo del carácter y la personalidad del colaborador.
Estas, conocidas como "habilidades blandas " tienen que ver con la inteligencia emocional, la comunicación asertiva, la persuasión y la capacidad de vender.
Así también como saber trabajar en equipo y el desarrollo de valores personales.
Todas son habilidades que cada día toman más relevancia y que pueden hacer la diferencia entre una organización que avanza por inercia o una que crece a un ritmo altamente productivo.
Lamentablemente muchos gerentes y directores consideran erróneamente que estas habilidades se desarrollan por simple sentido común. Incluso hay quienes llegan a pensar que no son relevantes para el éxito de la empresa.
Otros asumen que el hecho de establecer metas dentro de cada departamento automáticamente despertará estas cualidades en sus colaboradores.
O bien asumen que cada persona debe velar por su propio desarrollo de manera individual lo cual si bien es cierto, resulta poco efectivo.
De tal manera que es primordial para toda empresa, pequeña o grande, darle también prioridad al desarrollo de estas habilidades intangibles a sus equipos de trabajo a fin de que la organización se fortalezca como tal y camine integralmente hacia el alcance de sus objetivos.
Pero la pregunta del millón que todos los empresarios se hacen en algún momento es ¿cómo desarrollar equipos de alto rendimiento? ¿cuánto invertir en capacitación corporativa?:
¿La capacitación es un gasto o una inversión?
Para poder determinarlo partamos de un punto que a toda empresa le interesa: la competitividad.Hoy más que nunca, las organizaciones están sujetas a una enorme presión por parte de la competencia. La globalización en la era digital demanda que cada día seamos más rápidos y más hábiles.
Hoy en día ya no tienes que competir solamente contra el local de enfrente o la oficina del edificio de a lado sino también contra freelancers ofreciendo sus servicios desde casa, tiendas en otros países o el distribuidor que opera en china y que envía el producto a la puerta de su casa de los clientes.
Los sistemas de distribución, la diversidad de medios de pago, y la capacidad de producción son factores determinantes pero no debemos olvidar que la competitividad se basa en la capacidad de toda organización para adaptarse con rapidez a los cambios.
Y para comprender esos cambios se necesita gente y gente que pueda comprender y atender las prioridades del cliente de hoy:
- Los clientes buscan experiencias grandiosas
- Los clientes desean excelente atención
- Los clientes desean rapidez
- Los clientes desean comunicación omnicanal
- Los clientes requieren poca asesoría para comprar
- Los clientes son cada vez más expertos
- Los clientes son hiper información
En estos tiempos no es suficiente con fabricar el mejor producto o prestar un novedoso servicio, tienes que tener la habilidad de desarrollar modelos de negocio cada vez más eficientes que satisfagan las demandas de los clientes y para ello las personas son el factor clave.
Un solo eslabón débil en el proceso puede hacer la diferencia entre ganar una negociación o perderla.
De ahí concluimos que las personas siguen siendo el pilar que hace que las empresas sean exitosas o no. Por ejemplo, muchas de las grandes compañías multimillonarias hoy en día, logran sus resultados gracias a que han desarrollado una cultura de ventas que todo su personal ha adoptado y que literalmente significa que: "todo el mundo vende".
Eso es comprender la importancia de la capacitación para el desarrollo de las habilidades blandas.
Saber manejar una queja o un reclamo, poder comunicarse asertivamente con los clientes, elaborar una cotización pronta y clara, capacidad de trabajar en equipo y las habilidades de negociación son tan solo algunas de las muchas habilidades que tus colaboradores deben desarrollar.
Finalmente, concluir si la capacitación es un gasto o una inversión es algo que solamente podrás responder a la luz de que tan competitivo quieras ser en tu empresa.
Un solo eslabón débil en el proceso puede hacer la diferencia entre ganar una negociación o perderla.
Capacitar al personal es una inversión que ofrece mejor competitividad a la empresa, si los trabajadores obtienen mejores habilidades, conocimientos y prácticas la empresa se verá favorecida por que el trabajo rinde mas y los resultados son mas óptimos. Cuando se crea empresa debe capacitar al personal antes de todo para dar a conocer lo que se quiere lograr.
ResponderBorrarAmigo gracias por tus comentarios y aportes. Son muy valiosos y nos ayudan a mejor cada día mas nuestros contenidos.
BorrarAbsolutamente una inversión.
ResponderBorrarMuy buen blog.
Néstor
Gracias Nestor, éxitos.
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